domingo, 14 de junio de 2009

¿Qué es el trabajo en equipo?

Antes de entrar al fascículo de la semana, se recuerda las direcciones IP:
Para solicitar información, inscripción, etc. usar Cursopenna09@yahoo.com.ar
Blogs para la capacitación:

http://calidadysalud.blogspot.com/

http://blogs.clarin.com/gestioncalidad/posts

Fascículo II Trabajo en equipo

Lic. Horacio Gandelman
El estudio de los equipos de trabajo se impone como una realidad ineludible cuando abordamos lo grupal en el marco de las organizaciones.

¿Por qué trabajar en equipo?

La realización de diversas tareas requiere con mucha frecuencia la intervención de más de una persona para su cumplimiento. Es más, son pocas las actividades que pueden desarrollarse actualmente en forma estrictamente individual, fundamentalmente por la complejidad de las mismas. Ello hace necesaria la colaboración de un conjunto de personas. En otros casos, se elige el trabajo en equipo por la convicción de que varios sujetos con roles diferenciados y abocados a un mismo objetivo lograrán mayor productividad. Es decir, la tarea se llevará adelante con mayor creatividad y riqueza.

Acerca de grupos y de equipos

La idea de equipo se usa con frecuencia como sinónimo de grupo. Si bien ambos conceptos tienen muchos puntos en común, también es posible distinguir uno de otro. Sin duda, podemos decir que todo equipo es un grupo –con las vicisitudes propias de la grupalidad- pero no todo grupo es un equipo. Es necesario establecer su especificidad y cuáles son las condiciones necesarias para su construcción.

Definiciones

Podemos decir que un equipo es un conjunto de personas con capacidades complementarias, comprometidas con un propósito, que articulan sus acciones con el fin de alcanzar un objetivo explícito y común, a través de un planeamiento y con responsabilidad mutua compartida. Y que el trabajo en equipo se refiere a la serie de estrategias, procedimientos y metodologías que utiliza un grupo humano para lograr las metas propuestas. El logro requiere realizar actividades interdependientes, que superan la simple suma del aporte individual.

La articulación implica mutua necesidad, tarea en común, roles diferenciados. Cada integrante cumple con determinada función, y la misma está en relación a las que cumplen los demás. Cada uno mantiene su especificidad, la enriquece con la perspectiva de los otros, y a la vez es capaz de tener una visión de la totalidad. De modo tal que si alguno elude su responsabilidad, esto seguramente dificultará al resto y al trabajo en sí. En cambio, el compromiso compartido y la convergencia de esfuerzos sobre un determinado objetivo pueden potenciar notablemente los logros.

El logro del objetivo tiene una importancia central en la definición de equipo. El objetivo es la finalidad, la meta, el para qué de ese conjunto de personas. Debe ser conocido y compartido por todos. Como el proyecto, es algo a alcanzar en el futuro y desde allí da sentido a las acciones que se realizan en cada momento. Lograr, realizar, alcanzar el objetivo son aspectos inherentes a la definición de equipo. Los conceptos de productividad y eficacia –entendida como la capacidad que permite hacer efectivo un intento o propósito- no pueden estar al margen de la idea de equipo.

En la mayoría de los casos, la producción y los logros tienen un destinatario que trasciende al equipo mismo. Se produce para algo o alguien. Los miembros del equipo deberán dar cuenta, hacerse responsables ante otros por los resultados obtenidos.

Se ha hecho énfasis en el carácter compartido del objetivo. En algunas situaciones laborales, su definición misma se gestiona en común. En otras, el objetivo es propuesto o impuesto desde afuera y será necesario transitar por un proceso de apropiación y redefinición del mismo a fin de que los integrantes asuman un verdadero compromiso y se adueñen del proyecto.

Es importante señalar que al tener el logro una relevancia central, es importante una reflexión permanente acerca de los aspectos éticos. El resultado final, el producto, no debe estar disociado del proceso que conduce hacia el mismo. El cómo se alcanza adquiere tanta importancia como el hecho de alcanzarlo y se deberán indagar los límites éticos de la eficacia.


El equipo en la organización


Toda organización es fundamentalmente un equipo constituido por sus miembros. Desde el nacimiento de ésta, el acuerdo básico que establecen sus integrantes es el de trabajar en conjunto; o sea, el de formar un equipo de trabajo.

Características del trabajo en equipo: • Es una integración armónica de funciones y actividades desarrolladas por diferentes personas. • Para su implementación requiere que las responsabilidades sean compartidas por sus miembros. • Necesita que las actividades desarrolladas se realicen en forma coordinada. • Necesita que los programas que se planifiquen en equipo apunten a un objetivo común. Aprender a trabajar de forma efectiva como equipo requiere su tiempo, dado que se han de adquirir habilidades y capacidades especiales necesarias para el desempeño armónico de su labor.

El equipo debe elaborar sus conflictos y trabajar sobre los obstáculos que demoran o impiden el logro de sus objetivos. Dichos obstáculos pueden ser de dos distintos órdenes: técnicos o emocionales. Los primeros se relacionan con la falta de claridad en los objetivos o carencia de los conocimientos o experticia necesarios para llevar adelante la tarea. Pueden deberse a una mala selección de los miembros del equipo. Los segundos tienen que ver con falta de pertenencia y compromiso de los integrantes, ruidos en la comunicación, predominio de la competencia sobre la cooperación, conflictos personales no resueltos, lucha de poder.

El equipo debe trabajar los conflictos grupales que aparecen inevitablemente en el devenir del proceso de trabajo. Si se pretende dejar “afuera” esos conflictos, ellos lo harán fracasar, impidiéndole alcanzar los objetivos. Quien debe cumplir la función de trabajar sobre los conflictos grupales que aparecen en el funcionamiento del equipo es el coordinador del mismo. No hay buen funcionamiento de equipo sin una buena coordinación.


El devenir de un equipo

Los equipos no nacen, se hacen. Es decir que son el resultado de un trabajo y una evolución. Requieren una adecuada selección de integrantes y una coordinación efectiva. En sus comienzos, pueden estar claros los objetivos pero ser aún escasa la pertenencia y el conocimiento mutuo de los miembros. En la medida que estos factores se incrementan, también se incrementa la pertinencia, es decir, la capacidad de centrarse en la tarea grupal.

La coordinación deberá ir guiando al equipo en los aspectos técnicos de la tarea y simultáneamente conteniendo y reduciendo las ansiedades que toda tarea nueva genera y que pueden cristalizarse en el fenómeno conocido como “resistencia al cambio”. Si los miembros del equipo temen perder las formas conocidas de realizar tareas o enfrentar problemas, o se sienten amenazados por nuevas formas que aparezcan, la productividad del equipo se minimiza.

Por eso, el trabajo en equipo puede resultar en un primer momento más lento, porque requiere su conformación como grupo humano, en el que se valoricen los aportes individuales, pero superando el individualismo. Se debe aprender a buscar el consenso, pero aceptar el disenso y enriquecerse de las diferencias.


Los roles en el equipo

Cada integrante deberá tener la función para la se sienta más capacitado, pero además de ese esquema formal, la estructura de roles surge de la interacción informal entre los miembros.

El líder será aquel de quien se espera conducción y sabiduría, pero habrá otros integrantes que tiendan a sabotear la tarea común y otros que carguen las responsabilidades de posibles fracasos. Si esta estructura se hace rígida, es probable que el grupo no alcance sus objetivos. Promover una estructura móvil de roles será también función de la coordinación. Esta debe comprender que el equipo funciona cuando sus integrantes se sienten seguros y reconocidos por el colectivo y realizan la tarea con placer y entusiasmo, mientras que fracasa cuando predomina el malestar y la falta de estímulo y motivación.


En síntesis:
El modo de llegar donde uno sólo nunca lo lograría es “formar equipo”.
Los equipos se crean y mantienen cuando existen desafíos comunes que atraen. Cuando desaparecen esos estímulos, es fácil que se diluyan.
Cada miembro del equipo debe estar sanamente motivado, entre otras cosas porque considera que no va a ser “sustituido” por otro de manera arbitraria.
La arbitrariedad del jefe al tomar decisiones impide la formación de un equipo.
Cada miembro de un conjunto ha de ser correctamente valorado, también los inferiores en la escala jerárquica. Sólo así se mantiene la unidad.
Un modo de crear equipo es interesarse por las propuestas de cada componente del grupo.
En un equipo no es preciso que todo el mundo esté de acuerdo en todo, pero sí en los objetivos que unen sus esfuerzos.
En un grupo, el ambiente ha de tener un cierto grado de informalidad. El exceso de estructura limita.
Las ideas de todos han de ser escuchadas. Subestimar algo que piensa otro es dar pasos hacia la disolución del equipo.
Pueden y deben discutirse las ideas, pero nunca atacarse a las personas.
El líder de un equipo no domina, sencillamente señala metas. Si comienza la lucha por el poder, se pierde la claridad del objetivo.
Los miembros de un equipo han de ser elegidos por sus habilidades, pero sobre todo por sus actitudes, es decir, por sus disposiciones y carácter.
Contar con personas de formación muy dispar es positivo; se obtienen puntos de vista complementarios

Tema de debate: relatar una experiencia de trabajo en equipo, y explicar los roles desempeñados por los integrantes.
Responder con archivo adjunto a cursopenna09@yahoo.com.ar
Antes del próximo sábado.


Lic. Horacio Gandelman

No hay comentarios:

Publicar un comentario